martes, 11 de mayo de 2010

VIERNES SANTO


Volvemos a vivir con Jesús su Pasión: la aprehensión, interrogatorios, flagelación, coronación de espinas y la crucifixión.
Este día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: su aprehensión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión.
En aquel entonces, la crucifixión era la ejecución más cruel y degradante que se conocía. Un ciudadano romano no podía ser crucificado. La muerte sobrevenía después de una larga agonía.Jesús en la cruz, con un sufrimiento físico y moral muy grande, fue capaz de perdonar a los que lo ofendieron.
Las “siete palabras" de Jesús son el testamento que nos deja al morir y emprender su partida al Padre: • Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.• En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso. • Mujer ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu Madre.• Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?• ¡Tengo sed!• Todo está cumplido.• Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

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